Horseshoe Bar Glasgow
Bar de cócteles | Glasgow | Scotland | Reino Unido
Bar de cócteles histórica en Glasgow
La "Horseshoe Bar Glasgow" en Glasgow, Escocia, es un bar de cócteles con una rica tradición, pero sobre todo se considera uno de los pubs más conocidos y antiguos de la ciudad. Se inauguró por primera vez como bar en 1846, cuando el comerciante de licores William Turnbull se hizo cargo del local. En 1884, John Scouller compró el establecimiento, lo renovó por completo y le dio el nombre de "Horseshoe Bar", en alusión a su afición por los caballos, que también se reflejaba en otros pubs que tenía, como el "Spur Bar" y el "Snaffle Bit". Desde entonces, el bar ha cambiado poco y es un testimonio vivo de la era victoriana. En 1988, fue clasificada como edificio de categoría A por Historic Scotland, lo que subraya su importancia histórica y arquitectónica y protege tanto su exterior como su interior de cambios modernos.
Pubs tradicionales en Escocia
La oferta de bebidas de la "Horseshoe Bar" es variada y la destaca también como bar de cócteles, a pesar de no estar exclusivamente especializada en ello. Es especialmente conocida por su amplia selección de cócteles clásicos, que son preparados por experimentados bartenders, entre los que se encuentran mojitos afrutados en variantes como maracuyá, frambuesa o fresa, así como bebidas tropicales como el "Ocean Sparkle". También forman parte de su repertorio la margarita, el daiquirí y el citron collins, así como opciones de spritz estacionales como el "Peach Gin Spritz". Además de cócteles, el bar ofrece una amplia gama de cervezas de barril, incluyendo ales locales y marcas conocidas como Tennent’s, así como una impresionante selección de whisky que resalta el carácter escocés. Para grupos, hay ofertas especiales como árboles de cócteles o cubos de cerveza, que fomentan la experiencia comunitaria.
Mejores cócteles para disfrutar en Glasgow
En el ámbito culinario, la "Horseshoe Bar" está profundamente arraigada en la tradición de los pubs y es conocida por sus platos abundantes y asequibles. Una oferta icónica es el menú de tres platos por menos de 5 libras, que se caracteriza especialmente por las famosas McGhee’s Pies, tradicionales empanadas escocesas de carne con frijoles o guisantes. Estas empanadas tienen una larga historia en el bar y fueron devueltas en 2007 tras un intento de los nuevos propietarios, Mitchells & Butlers, de reemplazarlas por un menú estándar, gracias a una petición que recibió 65,000 apoyos en todo el mundo. Además de las empanadas, hay clásicos como fish and chips, hamburguesas y filetes, que son preparados frescos y a menudo elogiados por su excelente relación calidad-precio. Los platos se sirven tanto en el área principal como en el área lounge superior, que ofrece una atmósfera más relajada.
Cultura de pub auténtica en Glasgow
La atmósfera de la "Horseshoe Bar" es única y está marcada por su ambiente histórico. El centro de atención es la barra en forma de herradura, que con sus 104 pies y 3 pulgadas es considerada una de las más largas de Europa y data de la época victoriana. Está rodeada de un rico revestimiento de madera decorado con paneles de vidrio, dos chimeneas en forma de herradura y un reloj central con la inscripción "The Horseshoe" en lugar de números. El bar se extiende a través de dos pisos: la planta baja con la icónica barra y un ambiente animado de pub, y la lounge superior, que también sirve como hotspot de karaoke. Esta lounge ha sido durante décadas un centro de la escena de karaoke en Escocia y ha dado lugar a talentos como Michelle McManus y Gary Mullen. La banda Travis también utilizó el espacio en sus inicios como sala de ensayo.
Atmósfera vibrante en pubs de Glasgow
La "Horseshoe Bar" es un punto de encuentro cultural que atrae a una amplia variedad de clientes, desde clientes habituales que han estado viniendo durante décadas hasta estudiantes y turistas que buscan una parte auténtica de Glasgow. Es conocida por su papel en la vida social de la ciudad, con celebridades como Billy Connolly, Oliver Reed y Keith Floyd como antiguos visitantes. Las transmisiones deportivas en once pantallas también la convierten en un lugar popular para los aficionados, especialmente durante los grandes partidos. El personal a menudo es elogiado por su amabilidad y el humor típicamente escocés, aunque a veces se vuelve agitado durante las horas pico, como los viernes por la tarde.